AFECnoticias 109
Abril 2010
La guía ha sido coordinada por técnicos de la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral del Ministerio de Sanidad, de la Subdirección General de Eficiencia Energética del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Esta guía a contado, igualmente, con la colaboración de AFEC, junto con otras organizaciones profesionales y sociedades científicas como ATECYR (Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración), FEDECAI (Federación de Empresas de Calidad Ambiental en Interiores), SESA (Sociedad Española de Sanidad Ambiental), AEA (Asociación Española de Aerobiología), CNI (Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores) y CONAIF (Confederación Nacional de Asociaciones de Empresas de Fontanería, Gas, Calefacción, Climatización Protección contra Incendios, Electricidad y Afines).
La misma recoge recomendaciones sobre el uso y mantenimiento de los sistemas de climatización y ventilación de edificios y locales comerciales, dirigidas a profesionales del sector.
El documento establece una serie de criterios técnicos para proteger la salud pública, con el objetivo de prevenir la propagación del COVID-19 en edificios y locales, como pueden ser oficinas, centros comerciales, instalaciones deportivas o culturales, entre otras.
La guía tiene como objetivo principal facilitar una serie de recomendaciones técnicas a los profesionales responsables de la climatización y ventilación de los edificios ante la situación excepcional de pandemia que estamos sufriendo, basándose en la información más actualizada y contrastada científicamente que se dispone en este momento.
Las instalaciones de climatización y ventilación contribuyen a reducir el riesgo de contagio y son un mecanismo de prevención ante la posible propagación del virus. Las recomendaciones incluidas en la guía pueden suponer un aumento de los consumos energéticos, ya que, temporalmente, se da prioridad a la seguridad de los usuarios. No obstante, y en la medida de lo posible, la eficiencia energética debe seguir siendo una medida esencial en materia de energía y clima.
En la primera parte de la guía se detallan los mecanismos de transmisión reconocidos en base a la evidencia científica, que incluyen la transmisión entre personas y a través de vía aérea mediante gotas grandes. Por ello, para minimizar el riego de contagio es necesario que el aporte de aire exterior sea el máximo que permita el sistema que atiende el edificio o que haya renovación de aire mediante ventilación natural.
En la segunda parte del documento se desarrollan las recomendaciones de operación y mantenimiento. A través del documento se tratan aspectos sobre el aporte de aire exterior recomendable, las consignas de temperatura y humedad, y la importancia del mantenimiento.
La guía resalta que la renovación de aire es el parámetro más importante. Si es posible, se recomienda un mínimo de 12,5 litros por segundo (l/s) y ocupante, que es el valor que el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios atribuye a un aire de buena calidad. Para asegurar este valor mínimo, se puede trabajar en dos direcciones: aumentar la ventilación o reducir la ocupación de los espacios. Si no se dispone de ventilación mecánica, se recomienda la apertura de ventanas, favoreciendo la ventilación cruzada. En el caso más desfavorable en el que no se puedan alcanzar unos valores de ventilación mínimos, se aconseja el uso de unidades portátiles equipadas con filtros de alta eficiencia HEPA.
En cuanto a los recuperadores de calor rotativos, no es necesario el paro de la rueda, aunque sí se recomienda una inspección para verificar que no se supera un paso de partículas del 5%, ya que en caso de que sea así se debe proceder a sellar las juntas y/o corregir la diferencia de presiones. En los recuperadores de placas, se recomienda igualmente verificar las posibles fugas por lo que se aconseja realizar una inspección antes de ponerlos en funcionamiento.
El documento considera las labores de mantenimiento preventivo y correctivo son tan relevantes como las de operación del sistema. Se recuerda que el reglamento en vigor es el RITE, concretamente en su Instrucción Técnica 3 "Mantenimiento y uso". La guía no considera preceptivo realizar la limpieza de los conductos si se siguen las recomendaciones anteriores sobre el aumento del aporte de aire exterior, reducción de recirculación y e inspección de recuperadores. Esta recomendación no exime de la preceptiva revisión de la red de conductos según los criterios de la norma UNE 100012.
Se recuerda que un filtro colmatado o con una pérdida de carga excesiva puede reducir el caudal de aire circulante en la unidad, por lo que es aconsejable reemplazar los filtros de aire de acuerdo con el programa de mantenimiento ya establecido en cada edificio. La sustitución de los filtros normativos en las unidades de tratamiento de aire por otros de mayor eficacia puede reducir el caudal de aire si el ventilador del equipo no está preparado para esa pérdida de carga adicional. En ese caso, se recomienda que el cambio de filtro sea por otro de igual eficacia y pérdida de carga. Si el ventilador del equipo lo permite, se recomienda mejorar la eficacia del filtro, siempre que se garantice el caudal de aire nominal del equipo.